Intento de golpe de Estado, una estrategia política del presidente Luis Arce: Dr; Gabriel Villalba, abogado y analista político.
La tarde del 26 de junio se tiñó de incertidumbre en Bolivia. Una inusual actividad militar en la Plaza Murillo, corazón político del país, hacía temer lo peor. A la cabeza del movimiento, el comandante del ejército Juan José Zuñiga, figura controvertida que venía denunciando una supuesta amenaza a la democracia por la posible candidatura del expresidente Evo Morales en las elecciones de 2025.
La tensión se palpaba en el aire. ¿Golpe de Estado en ciernes o una estrategia política calculada? Para el Dr. Gabriel Villalba, reconocido abogado y analista político, la toma militar no era más que un «autogolpe» orquestado por el propio presidente Luis Arce. Una jugada arriesgada pero calculada para fortalecer su imagen de cara a la opinión pública y, de paso, eliminar de un plumazo la sombra de Evo Morales, figura que aún moviliza a una parte importante del electorado.
El supuesto peligro a la democracia denunciado por Zuñiga, según Villalba, no era más que una cortina de humo para justificar una acción que, en el fondo, buscaba consolidar el poder del actual gobierno y silenciar cualquier atisbo de disidencia, especialmente la que pudiera provenir del propio partido en el poder.